¿Y cómo ha resultado todo este lío? Pues para empezar el 3D de la cinta, sin molestar, no merece la pena. Ese suplemento en el cine puede saltárselo sin problema. Y ya puestos, casi puede saltarse también la entrada porque la adaptación de este segundo linterna verde humano es más bien muy floja.
Martin Campbell, el director de dos buenas cintas de 007 (Goldeneye y Casino Royale), entre otros muchos trabajos, parece superado por las circunstancias. Ryan Reynolds, en el que tenía ciertas esperanzas después de verlo actuar en la cinta de Rodrigo Cortés Buried, ha resultado ser una decepción bastante grande. "Pero un buen modelo de calzoncillos". Y respecto al resto de actores... en fin, no merecen la pena ni ser mentados.
Lo cierto es que la película no hace más que ir y venir de todos los lugares comunes de las cintas de superhéroes hechas hasta ahora. Cero en frescura. Cero en ingenio. Incluso cuando quiere ser graciosa no lo consigue. Su fuelle nunca llega a estar lleno de oxígeno, ni siquiera durante la primera parte introductoria o en los breves momentos de acción.
Porque seamos claros, para ser una película de superhéroes, la batalla final dura más bien poco, el malo malísimo tiene muy poco carisma y el resto de linternas verdes que existen para mantener la paz en el espacio nos importan un comino. Por decir algo.
En verano los estrenos en las carteleras mundiales suelen ser más flojos, más "frescos". Películas menos trascendentales y más cine familiar, con el objetivo de llenar las salas sin tortuosas historias que requieran del espectador mucha empatía. Y Linterna verde, un nuevo intento de DC (AOL Time Warner) por no descolgarse del protagonismo que está adquiriendo Marvel (Disney) en el mundo de los superhéroes es ejemplo de ello. Y el tiro en taquilla, por ahora, ha reventado en el tambor de la pistola, y no parece que se vayan a cubrir los gastos presupuestarios con el poco tirón que está teniendo la cinta en Estados Unidos y Europa.
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