domingo, 13 de febrero de 2011

Christian Bale, el actor que hizo de la transformación física su método de trabajo.

Perfeccionista y explosivo de carácter. Christian Bale vive uno de los mejores momentos de su carrera y en los últimos dos meses su nombre tiene niveles de exposición que antes nunca tuvo. Todo gracias a su elogiada interpretación como el ex boxeador y entrenador del cuadrilátero Dicky Eklund en el filme El vencedor.



En esta cinta actualmente en cartelera y nominada a siete premios Oscar, Bale le roba cánara al protagonista Mark Wahlberg y su labor se considera un caballo ganador en la carrera por el Oscar a Mejor Actor Secundario. De hecho, en una encuesta del diario Los Angeles Times realizada entre periodistas especializados de este medio y la revista Rolling Stone, Bale gana cinco a cero en las apuestas.


Nacido en Gales hace 37 años, este actor británico se crió al abrigo del mundo del espectáculo, con un padre que combinaba su profesión de piloto comercial y su hobby como manager de artistas. Su madre, por otro lado, era artista circense y su trabajo habitual era ser payaso.


Como le sucedió a Daniel Day-Lewis (actor inglés ganador de dos Oscar), Bale fomentó su gusto por la actuación viendo cine de Hollywood, lejos un poco del clásico entrenamiento de los actores ingleses. Así es como el llamado "método" desarrollado por el Actor's Studio de Elia Kazan y Lee Strasberg fue fundamental en su formación. Esta técnica se basa en la idea de que para lograr su cometido, los actores deben vivir las experiencias y no sólo actuarlas.


Bien utilizado, alcanza cumbres de grandeza: Brando,Dean,Pacino. Un caso ejemplar es el de De Niro en El toro salvaje, quien para interpretar al boxeador Jake La Motta subió 30 kilos, convirtiendo su cuerpo en una masa de grasa suelta y sudorosa. Vítores de la crítica y admiración del público.


Justamente es la transformación corpórea una de las obsesiones en la vida profesional de Christian Bale, quien ha hecho del método del Actor's Studio una forma de vida.


Para el filme El maquinista (2004), donde interpretaba a un tornero que no duerme en un año, bajó 30 kilos y quedó convertido literalmente en una piltrafa humana. Al año siguiente ganó todos los kilos perdidos y los transformó en músculos para su siguiente proyecto, Batman.

De la mano de Spielberg.


Christian Bale inició su carrera de actor cuando contaba con 12 años en un par de series de televisión. Fue con El imperio del sol (1987) de Steven Spielberg que se dio a conocer masivamente. A pesar de haber recibido vítores de la crítica especializada, Bale estuvo a punto de abandonar su recién iniciada carrera. Sin embargo, el director inglés Kenneth Branagh lo persuadió de volver al sendero que estaba marcado para él y en1989 actuó en su cinta Enrique V.


En el año 2000 encarnó a Patrick Bateman en American psycho y logró el reconocimiento internacional absoluto. Como este yuppie psicópata, Bale se lució en la interpretación de alguien que busca cariño, además de una exfoliación diaria y un cuerpo apolíneo. Durante el rodaje decidió mantenerse aislado del resto del equipo para experimentar de cerca la sensación que Patrick Bateman, su personaje, vivía durante la historia.


Además de su capacidad innegable de transformación, también hay algo de autocastigo en sus mutaciones. En El vencedor, Bale nuevamente está con su cuerpo disminuido y cuesta identificarlo al comienzo.

Interpretando a un ex boxeador adicto a las drogas que entrena a su hermano, Bale luce como tísico terminal. Sus ojos parecen escapar de sus cuencas y con gestos nerviosos repetitivos provocados por la abstinencia. Antes de filmar, el actor pasó mucho tiempo con el verdadero Dicky Eklund, un tipo que en sus tiempos de gloria llegó a ganarle al mismísimo Sugar Ray Leonard.

Bale habita en ese extraño nicho de los actores capaces de todo con tal de lograr su objetivo.

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