Ha actuado en más de 50 títulos si se cuentan sólo sus apariciones en cine, y otros tantos en obras para TV, algunas tan populares como 24, CSI o Lost . Pero ahora su nombre acaba de ganar otra resonancia al aparecer entre intérpretes muy conocidos (Christian Bale, Geoffrey Rush, Mark Ruffalo y Jeremy Renner) como candidato al premio al mejor actor de reparto por su labor en Lazos de sangre , el film de Debra Granik que está a punto de estrenarse. Experiencia, como se ve, le sobra. Nacido (en 1959) y criado en Alexandria, una población del área rural de Minnesota cuyos lagos atraen a miles de turistas, Hawkes comprendía esa atracción, pero no la compartía del todo. "Era imposible crecer allí si uno no era muy fuerte: las nevadas y ventiscas eran fenomenales", dice. Un poco por eso y otro poco porque cuando era alumno de secundaria tres descubrimientos -el film Harold and Maude; el libro En el camino , de Jack Kerouac, y las canciones de Tom Waitts- despertaron en él la pasión por conocer mundo. "Europa era inalcanzable -dice-, pero Texas resultaba para mí la tierra extranjera más próxima." Allá fue. En Austin formó un grupo musical, y con él continuó viajando. El camino fue su lugar de aprendizaje y puso a su alcance una forma de libertad que todavía defiende. "Una libertad de gitanos", define.
Ha mantenido su vínculo con el arte a través de la música y la actuación, terreno en el que se afirmó desde que, a los veinte y pocos años, hizo pie en Los Angeles. Ha compuesto toda clase de papeles. Entre los más recordables están los que compuso para La tormenta perfecta , Rosalie va de compras , Del crepúsculo al amanecer y Miami Vice . Poco importa que se lleve la estatuilla o no. El verdadero triunfo ya lo logró y estará a la vista en la pantalla en un par de días.
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